formacion , desarrollo interior
Por : Luis Eduardo Godman
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La reflexología se basa en la idea de que el cuerpo es un mapa completo, donde cada órgano y sistema tiene una representación en las manos, los pies y las orejas. Al presionar y masajear estos puntos reflejos, los terapeutas de reflexología pueden influir en la función de los órganos correspondientes, promoviendo la salud y el bienestar.
Cuando un terapeuta aplica presión en un punto reflejo específico, se envían señales a través del sistema nervioso central. Estas señales ayudan a estimular el proceso natural de curación del cuerpo, aliviar la tensión y mejorar la circulación sanguínea. Es como si el cuerpo recibiera un recordatorio de cómo debería funcionar en su estado óptimo.
La reflexología va más allá del simple alivio de síntomas; al estimular puntos específicos en los pies, manos o rostro, se activa el poder curativo del propio cuerpo, permitiendo que la energía fluya libremente a través de los canales energéticos.
Este enfoque holístico no solo mejora el bienestar físico, sino que también alivia tensiones emocionales, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y la fatiga.
A través de sesiones regulares, se logra una recuperación integral, donde tanto el cuerpo como la mente encuentran un estado de equilibrio y armonía duraderos.